25 septiembre 2007

Choque de Reyes

Título: Choque de Reyes (Canción de Hielo y Fuego II)
Autor: George R. R. Martin
Editorial: Gigamesh
Formato: Tapa blanda
Género: Fantasía épica
Año: 2003
Nº de páginas: 923
Sinopsis:

Las luchas se vuelven más sangrientas. Tras la muerte del rey Robert no todos ven bien la ascensión de su hijo Joffrey al trono, sobretodo por cierto rumor que ya parece ser un secreto a voces... Sin poder evitarlo surgen nuevos reyes, nuevas lealtades y nuevas traiciones. Nadie sabe a ciencia cierta quien es su aliado y quien su enemigo.

Opinión:

Idem, a la del primer volumen de la saga (Juego de Tronos).

Observaciones:

Ahora estos volúmenes los han vuelto a reeditar, y tanto este Juego de Tronos como el tercero, Tormenta de Espadas, los han dividido en dos tomos que se venden juntos. Supongo que para que la edición "de bolsillo" sea más creíble (y cómoda para los lectores), ya que llevar 932 páginas en la mochila se hace más que pesado (lo digo por experiencia).

Otra observación: no me he fijado en quien es el dibujante de las portadas de esta edición (no me he molestado en mirarlo en el libro), pero me encantan. La portada de este, en el que sale Daenerys de la Tormenta, la Madre de Dragones, es precioso. Puede que ayude que este personaje me guste mucho, también...

23 septiembre 2007

Juego de Tronos

Título: Juego de Tronos (Canción de Hielo y Fuego I)
Autor:
George R. R. Martin
Editorial:
Gigamesh
Año: 2002
Género: Fantasía épica
Nº de páginas: 832

Sinopsis
:

En la Tierra de los Siete Reinos gobierna actualmente Robert Baratheon, también llamado El Usurpador, porque acabó con la dinastía Targaryen cuando ganó el trono asesinando al heredero de la corona, Rhaegar Targaryen. Sus hermanos, Viserys y Daenerys, que consiguieron huir, intentan sobrevivir y tienen aún esperanzas en recuperar el trono y su hogar.

Mientras, pasan los años en el reinado de Robert, y éste, que ya tiene un heredero gracias a su matrimonio con Cersei Lannister, se deja llevar por los placeres y las riquezas que le otorga su puesto. Cansado del Trono de Hierro que ocupa, emprende un viaje al norte, donde es señor de las tierras su compañero y amigo, Eddard Stark.

Robert le pide a Stark que ocupe el cargo de Mano del Rey, que antes ocupaba Jon Arryn, también compañero de lucha de los dos amigos, y que murió en circunstancias extrañas. Stark se traslada a la capital de los Siete Reinos, Desembarco del Rey, e intenta averiguar allí cuáles fueron las causas reales de la muerte de su amigo Arryn. Lo que descubrirá desencadenará un juego de tronos por el que muchos estarán dispuestos a matar y traicionar. Mientras, otras amenazas, no solamente la de los herederos Targaryen, sino de índole sobrenatural, acechan al maltrecho reino.

Opinión:

En esta historia épica no caben los finales felices ni los momentos “encantadores”. El autor se caracteriza bastante por no tener piedad alguna de ningún personaje, por muy arraigado que resulta para el lector o para él mismo. La cruda realidad de la era medieval europea se refleja bastante bien en los libros, aunque con elementos sobrenaturales. No obstante, no encontraremos ni elfos, ni enanos, solamente dragones y algunos animales fantásticos (como los lobos huargo) que juegan cierto papel muy trascendental, porque son animales de tal inteligencia y misticismo que mantienen un vínculo concreto con algunos personajes muy peculiares de la saga.

En mi opinión es una saga distinta, dentro del género de la fantasía épica, que al contrario que muchas otras, no es “más de lo mismo” en absoluto. Lo que me ha atraído mucho también es que no solamente se centra la acción del libro en la trama y las intrigas, sino que los personajes están muy trabajados emocionalmente. En todo momento sabemos cómo piensan, y los acabamos conociendo hasta el punto de comprenderlos, a pesar de estar unos con otros en eterno conflicto. Hasta los personajes más fríos y viles tienen una historia muy humana que en algún momento es desvelada.

21 septiembre 2007

Ciao Luciano

No tenía tiempo, cuando la noticia de su muerte salió en los noticiarios, de dedicarle un post en el blog a este tenor de renombre, así que lo haré ahora.

Luciano es de esos músicos que no lo tuvieron nada fácil en sus infancias. Hijo de un panadero y de una trabajadora de una fábrica cigarrera, él y su familia tuvieron problemas durante la Segunda Guerra Mundial que les obligaron a irse de casa y alquilar habitación a un granjero. Durante esa época Pavarotti aprendió agricultura y se apasionó por el fútbol.

Sus inicios en la música no estuvieron encauzados a hacer una gran carrera, simplemente entró en el coro de una pequeña iglesia, donde también cantaba su padre. Más tarde, de mayor, se vería obligado a elegir entre dedicarse al fútbol o a ser profesor, optó por lo segundo. Dejó su trabajo de profesor después de ejercer dos años, decidido ya a hacer carrera en la música.

Debutó como Rodolfo en la ópera La Bohéme, de Puccini. Pero si bien su debut le hizo ganar popularidad, ganó aún más cantando La hija del regimiento, de Gaetano Donizetti, con su aria de nueve do de pecho seguidos.

Para quien no tenga claro lo que es un do de pecho:

El do de pecho es el Do6 de la escala musical, o sea, si el Do4 es el que queda por debajo del pentagrama en clave de sol, son nada menos que catorce notas más por encima. Creo que más o menos el registro más típico del habla masculina se situa entre en sol3 y el sol4 (aunque esto no es exacto, pues hay muchas voces y por tanto muchos registros diferentes, así que por un extremo u otro podría variar).

Así pues, uno, aunque no sepa mucho de música, puede imaginarse que 12 o 13 notas por encima del registro normal usado requieren mucho dominio de la voz para que suenen igual de firmes que las demás, y un gran entrenamiento para que el sistema fónico no salga dañado de su ejecución.

En cuanto a las óperas, como la que cantó Pavarotti con esos 9 do de pecho seguidos, hay que decir que los hombres en un inicio las cantaban haciendo falsete (imitando la voz de una mujer, o sea, cantando "de cabeza"). Después ya se intentó cantarlo con voz real, con nefastos resultados, pues salían gallos y notas muy desafinadas que sólo conseguían forzar las cuerdas vocales.

Sin embargo, en la época de las producciones verdianas había que buscar una alternativa al salto al registro de cabeza, ya que este registro no cabía en la nueva modalidad musical. Esto se logró subiendo de las posiciones graves y medias en un determinado momento, y adoptando una posición del paladar con una elevación parecida a la del bostezo llevar a la voz, mediante un imaginario ángulo de 45º a los resonadores faciales, a la máscara (particularmente al tabique nasal).
Esta técnica fue el pasaporte para que nacieran obras que jamás podrían enfocarse con la antigua modalidad.

Los 9 do de pecho de Pavarotti lo hicieron portada del New York Times, después de dicha actuación.

Como bien es sabido, el tenor era también un músico "universal" en todos los sentidos. El más destacado es que unió su voz a otras muchas sin importarle el tipo de música. Sus actuaciones con U2, Michael Jackson y muchos más artistas son bien conocidas, y su gran voz demostró pertenecer a un gran corazón cuando cuando se destinaron los fondos del concierto "Pavarotti and friends" a la ayuda para la educación de niños del tercer mundo.

En definitiva, afrontó su carrera musical con afán, humildad y buenas intenciones que no se detuvieron ante nada ni ante nadie, y cuya sencillez y sabiduría se demuestran en frases como: Aprender música leyendo teoría musical es como hacer el amor por correo.

Fuentes: Wikipedia, La Opera

20 septiembre 2007

Yo Robot

Tareas: Aprobar dos asignaturas en la universidad, preparación para oposiciones, último curso de conservatorio, trabajar 3 tardes a la semana dando clases, y si se tercia, hacer un curso de capacitación de valenciano en la escuela de idiomas.

Todo ello alternado o al mismo tiempo. Estoy en modo multi-tarea.

15 septiembre 2007

"Propósitos" literarios... ¿se cumplirán?

Hablando de los "propósitos" del post anterior, tengo varios que me gustaría cumplir de aquí a fin de año. La mayoría son literarios, pero empiezo por el más próximo, que no lo es: cambiar el aspecto del blog. Curso nuevo, vida nueva, blog nuevo. En breve me pondré a ello, que me hace ilusión trastear con él (aunque si soy sincera, no recuerdo ni cómo coloqué la imagen de la cabecera, así que tendré que empezar de cero, me temo...).

Más cosas: libros. De momento sólo me queda terminar, del género de fantasía, con Tormenta de Espadas II, de la Saga de Canción de Hielo y Fuego. Me quedan muchos más de este género, pero ya hace muchos libros que estoy estancada en él, y ya me merezco cambiar. Así que como no me decido porque tengo las mismas ganas de meterme (más) en literatura oriental como en la ciencia ficción (que apenas probé con El Juego de Ender), he decidido alternarlos.

Me interesa leer los libros que dejé señalados como "no leídos" en cierto post, en cuanto a temática oriental. Por otra parte, compré el otro día Yo, Robot y Fundación, ambos de Isaac Asimov, pero en cambio, querría empezar por uno que tengo desde hace tiempo: Historia del Tiempo, de Stephen Hawking. Está claro que no es ciencia ficción (¿o sí?, seguro que más de uno lo habrá pensado...), pero alguien me lo recomendó hace unos diez años con estas palabras: Si lees este libro, te aseguro que dejarás de creer en dios. Mi contestación fue una sonrisa y un Lo dudo mucho, pero gracias por la recomendación. No lo voy a leer por eso, pero aunque no me trastoque mis creencias religiosas pienso que puede que sea un gran libro.

De los libros sobre Japón y oriente en general me interesa leer algo de historia, además de pensamiento. Estoy leyendo el manga La época de Botchan, del magnífico dibujante Jiro Taniguchi (del cual tengo ésta opinión) y del guionista Natsuo Sekikawa. El manga tiene su comienzo en los primeros años de la era Meiji, en la que mentalidad japonesa y occidental entrechocan y se ven forzadas a convivir, lo que en muchos japoneses provoca confusiones, exaltaciones y frustraciones. En cualquier caso, nadie en la nueva época Meiji se muestra indiferente.

La época de Botchan empieza con la elaboración de un libro, Botchan, pero dada la intensa labor investigadura de Taniguchi y Sekikawa, el manga rebasa esta primera historia, que ocupa los dos primeros tomos (españoles, solamente el primer volumen en Japón), y se entrega a la narración de las vivencias de varios personajes históricos y a menudo literarios que se entrelazan entre sí. Cada uno tiene una reacción y una situación económica y social muy distinta a los demás, en la nueva era.

Dado que estoy segura, aunque el manga está muy bien en cuanto a explicaciones tanto a pie de página como al final (tiene unos artículos riquísimos en cuanto a detalles históricos muy curiosos), de que se me está pasando o se me pasará algo del manga y no seré consciente de que me pierdo algo importante, me gustaría documentarme sobre esta época.
Para ello me gustaría remitirme a las recomendaciones sobre libros de Yukio Mishima, así como novelas de Pearl S. Buck, una autora occidental. Ésta última tuvo sus experiencias en china, pero aún así, como la mentalidad oriental, si bien no es idéntica, tiene bases morales similares en varias culturas, creo que servirá también para entender el contraste cultural. Ambas temáticas datan de la misma época y sería curioso leer desde los dos puntos de vista.

14 septiembre 2007

Resucitanto el blog

Ahora que ya ha terminado la fatídica época de los exámenes (no lo digo porque me haya ido mal, sino por lo mal que se pasa; "fatídica" y "exámenes" deberían ser sinónimos), es momento de volver a empezar proyectos, guardar apuntes y confeccionar horarios.

Personalmente no entiendo a los estudiantes que miran el final del verano con mala gana y se lamentan por volver a tener que empezar un nuevo curso. Para mí son los días más gratificantes del año, por estas razones en concreto:

- La más importante es que suponen el final de los exámenes: siempre que se empieza algo es porque se ha terminado otra cosa importante, y a nivel estudiantil cada final significa nervios, tensión por exámenes y pruebas, en definitiva: pasarlo mal. La descarga de adrenalina después de eso es gratificante, se mire por donde se mire.

- Se marcan nuevos retos personales: ni en Navidad nos proponemos tantos. Normalmente son retos académicos, o también de ocio (escribir en el blog, ir al gimnasio, clases de yoga, plantearse el aprender idiomas...). Lo normal es no cumplir ni la mitad, pero eh... ¿y lo ilusionad@ que estás cuando sueñas con cumplirlos qué?

- La tranquilidad: con la que se empieza todo, sabiendo que tienes toooodo un curso por delante. Todo el mundo sabe que incluso los profesores se lo toman con paciencia. A final de curso ya vendrán los achuchones y apretujones de temario para que dé tiempo a terminarlo, pero ahora gozamos todos de esa paz que sabes que se debe aprovechar porque sólo durará hasta, como mucho, Navidades.

- Y la cuarta y última, los fascículos por entregas de septiembre: si pensáis que los tres puntos anteriores se basan en parte en engañarnos a nosotros mismos, en este punto ya no es ese el caso. Los fascículos son perfectos... una oportunidad que sólo tenemos una vez al año de hacernos con la ganga de turno. Y no lo digo por la colección del barquito de la Edad Media, ni por la maqueta del Ferrari, ni por el punto de cruz. Del primero, seguramente alguien perdería o se tragaría el palo mayor antes de que llegara el segundo fascículo, del ferrari, la primera rueda que nos dan iría a parar debajo del sofá, y sobre el punto de cruz... prefiero no hablar cómo podríamos acabar con la aguja.

Me refiero a los libros, cómics y dvds. Para aprovechar estas ocasiones hay que ser especialista en captar cada anuncio de la tele y poder hacerse así con el primer fascículo de cada colección de estos tres objetos tan preciados. ¡Y están tirados! Nunca encontraremos un libro tan bien encuadernado (y en tapa dura) por tres míseros euros (y no cualquier libro, sino al primera parte de dos de las obras de Sigmund Freud, menudo tocho). Y si tenemos suerte con los dvds nos pasará lo mismo.

Esos son mis cuatro motivos por los que, para mi, septiembre es un mes que cojo con ansias renovadas y con muy buen humor, así que ya sabéis, a disfrutarlo toca.

11 septiembre 2007

Mi paraíso de verano

Salir a la terraza a cenar, poder ver mientras todas las luces de las casas y estar al aire libre, a la luz de la luna, con el olor del buen café, recién hecho, saliendo de la cocina...

Ir tranquilamente paseando por la orilla de la playa y sentir al mar besandome los pies.

Estar echada en la cama, al lado de la ventana, y que la brisa me provoque un escalofrío. Poder dormir bajo mis sábanas blancas sin pasar calor.

El silencio, que a menudo solamente se rompe por el sonido del mar.

Podría vivir aquí todo el año y dejar mi felicidad a merced de las olas.