14 septiembre 2008

Wanted


Ayer fuimos a ver esta película, y como al fin y al cabo no leo tanto como debería, y no salgo tanto como debería, me dedicaré a reseñar un poco las pocas películas, series, etc. que veo por ahí, porque... qué demonios, hay mil y una opiniones de una sola peli en la red, una más nadie la va a notar...

La película de ayer no es de las que me suelen gustar. Y no es porque desprecie el género de acción, de hecho, es un género que me gusta. Vi gustosa La Jungla 4.0, y eso que habían buenas muestras de "americanadas" (americanada = movimientos imposibles del héroe de turno + efectos especiales + humor socarrón en situaciones donde normalmente uno estaría muerto de terror). Sin embargo, esta peli ha superado y multiplicado el concepto. Desde darle efecto a una bala como si fuera una bola de tenis, hasta precisar la visión para poder arrancarle de un balazo las alas a una mosca.

Y repito, y repetiré hasta la saciedad: ¡a mi me gustan esas cosas! Me gusta la acción de hoy en día porque es sorprendente y está muy bien hecha, me gusta el humor... pero claro, me gusta que esté bien combinado, hay películas que utilizando esos dos elementos son muy buenas y otras que los han usado fatal, y sale un bodrio.

Y el hecho de que los asesinos en cuestión sean un gremio de tejedores (sí, tejedores), que ni te enteras de dónde leches les surgió esa necesidad de hacerse asesinos (con lo tranquilito que es el oficio de tejedor), ni comprendes por qué unos tejedores tienen esos poderes (o sentidos agudizados)... pues a mi juicio le resta bastante. Y mira que a mi no me importa que la trama sea sencilla, pero hasta las películas de superhéroes tienen trasfondo, algún pasado que haya marcado el por qué del presente, no sé... algo.

En fin, eso me pareció, una película justilla (y justilla lo digo siendo muy, pero que muy optimista), que sólo sirve para pasar el rato viendo "algo", que está muy bien por los efectos especiales, pero que no tiene nada más. Está el detalle de un ¿sorprendente? giro en la trama al final, pero aún así eso no salva la película ni de lejos, en mi opinión. Otra película que pasará con más pena que gloria y que al cabo de un mes ya nadie recordará.

10 septiembre 2008

Viaje a Santiago I: León


Como ya están colgadas las fotos del viaje (en Flickr), pasaré a contar un poco cómo fue el viaje. Decidimos quedarnos a dormir la primera noche en León, dada la paliza de coche que suponía ir a Santiago, para así estar descansados para conducir y aprovechar para ver así la ciudad y la catedral. Llegamos sobre las 7 de la tarde, y dejamos el coche en el hotel, descansamos, nos dimos una ducha y fuimos a dar un paseo por León.

Si hay algo curioso con lo que me quedé de León (y que posiblemente pasa por más ciudades del norte), es que el centro histórico es realmente "centro histórico": quiero decir que los únicos edificios con valor histórico no eran la catedral, la basílica y poco más, sino que todo el centro en sí se componía de casas con balcones de piedra de probablemente almenos un siglo de antigüedad, respetados por los comercios (recuerdo un Pans & Company ubicado en un edificio con columnas en la portalada de entrada, y balcones de piedra llenos de geranios).
Esto y las calles empedradadas le dan al centro de una ciudad cierto encanto, te das cuenta de que solamente faltaría cambiar de ropa a la gente que va por la calle.

La catedral fue más sorprendente de lo que me esperaba. El exterior ya lo tenía bastante visto en fotos, aún así la arcada de entrada era bastante impresionante (por sus arcos grandes y trabajados); pero lo que más destaca de la catedral son las vidrieras. Metros y metros de vidrieras de todas clases: con escenas bíblicas o con motivos vegetales. Un trabajo que no se puede describir, hay que verlo, admirar el lo costoso que supone construir cada una de las imágenes de las vidrieras y luego fijarse en la gran cantidad de vidrieras que hay en total.


Cabe decir que cenamos muy bien: en una calle estrecha que hay justo enfrente de la catedral hay un restaurante, el Zuloaga (el nombre viene de un conde, el Conde Zuloaga, que tenía su casa en esa mismo sitio), que si bien es un restaurante caro (unos 30 euros por persona), lo vale bien. Nos sirvieron pulpo a la gallega, luego morcilla y por último chuletas de cordero lechal.

02 septiembre 2008

Vuelta de las vacaciones

Saludos desde Castellón otra vez. Como siempre, hay ganas de retomar un nuevo curso opositor con energías renovadas, lo malo son las cuotas que se tienen que pagar para las matrículas y todo eso, esperemos, por eso, que pase pronto este mes u_u

¡Ah, sí! Y curso nuevo, cara nueva al blog.